Las setas, habitantes misteriosos de nuestros bosques y prados, siempre han ejercido una gran atracción en el ser humano al verse envueltas en un halo de misterio acrecentado por su hábitat predilecto: los bosques húmedos y umbríos alejados de las zonas de explotación humana. Estos enigmáticos y misteriosos seres nunca pasan desapercibidos a pesar de su tamaña, generalmente muy pequeño. Unas veces son sus colores; otras, sus extravagantes formas; incluso sus olores y sabores en ocasiones también llaman nuestra atención.
En nuestros campos, cuando llega la temporada, podemos ver cada vez a más personas con sus cestas de mimbre recorriendo nuestros prados y bosques. El maravilloso ritual consiste en un delicioso paseo a la búsqueda de las setas mas apreciadas desde el punto de vista gastronómico, o bien para los más expertos la búsqueda de aquellas especies menos frecuentes y con gran valor científico.
Pero al hora de la recolecta debemos de seguir unos consejos básicos:
- Coger solo aquellas especies que se conozcan a la perfección y únicamente la cantidad que se vaya a consumir.
- No utilizar bolsas de plástico ya que apenas transpiran, provocando una rápida descomposición de la seta; utilizando cestas de mimbre para setas conseguiremos que las setas vayan bien oxigenadas, evitaremos que se rompan y haremos labor de sembrador al permitir que las esporas vayan cayendo al suelo mientras caminamos.
- No utilizar rastrillos ni herramientas que arañen la superficie del suelo, ya que destruirán el micelio de los hongos impidiendo su crecimiento en los próximos años.
- No consumir todas las setas recogidas, conservar algún ejemplar entero, ya que en caso de intoxicación permitirá a un experto la determinación de la especie para que se pueda aplicar el adecuado tratamiento médico.
- Olvidarnos de todos aquellos tópicos y creencias populares a la hora de distinguir las setas comestibles de las venenosas. Por ejemplo es un error muy peligroso creer que si se cuecen las setas con una moneda de plata, esta ennegrece si tiene veneno; tampoco es cierto que metiendo las setas en sal y vinagre desaparece el veneno o que si las setas aparecen comidas por animales son comestibles.
Por todo ello, debemos recolectar ordenadamente, siguiendo buenas prácticas y respetando nuestros bosques y montes. Recordar que los hongos han sobrevivido en el Planta Tierra más de 400 millones de años, todas las setas (o más correctamente los hongos) cumplen una función muy importante en el bosque, ya que la mayoría de las plantas y árboles necesitan a los hongos para sobrevivir.
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